Este balsamico arquitecto de sueños
zarandea las cuerdas de lo posible,
las yagas atormentan su piel,
sientes el latir, en cada centimetro,
agoniza herrante
su mirar,
anclado en el estante
de la memoria.

Entre sus manos ensangrentadas,
se vierten esperanzas,
engullidas por la alcantarilla,
se pierden en la utopia,
de su propia agonia.

Tiemblas,
el sudor empaña tus gafas,
la maleza se traga el camino,
giras sobre ti mismo,
¡YO HE ESTADO AQUI ANTES!
cualquier referente,
es ya solo un recuerdo.
Camina,
no permitas que el cansancio te abata,
en teoria el destino,
NO IMPORTA
si no el viaje,
dame un a caña,
y a lo mejor consigo creerlo,
o mejor una botella de cacique.
Aun asi, no detengas tu paso,
cierra los ojos,
visualiza tu destino
sera los mas cerca que estes,
de alcanzarlo.