Monday, October 03, 2011

Lagrimas quemadas en espirales nauseabundas, terciopelo blanquecino de ilustres sonrisas plagado. Infames recuerdos incendiarios, decisión tras decisión, forjan un obsoleto futuro, un destino cuanto menos incierto, y una cadavérica esperanza, avocada al fracaso, que componen el retrato que adorna la pared de mi memoria.

Absorto y distraído, Morfeo juega al escondite cada noche, Caronte recibe su moneda y rema, rema un día más, sobre las aguas del olvido, hogar y refugio de maltrechas almas olvidas, estrellas marchitas, que se colapsan hasta devorarse a sí mismas, dejando tan solo, un vacio, un agujero negro que lo devora todo a su paso.


Cuando no tienen ya cabida, la fe se transforma en desesperación, la ilusión en dolor, todo lo que antes te hacia vibrar, ahora su recuerdo, tan solo malestar te ha de dar.

Enloquecido, buscas refugio, y al alzar la vista, descubres aterrado, ¡YA NO QUEDA NADA!, tan solo las ruinas decrepitas, de un tiempo ya lejano, papiros ensangrentados que relatan la historia de un pueblo consumido por el mañana, embriagado por una ciencia a la que veneraban, y una tecnología que les robo poco a poco su identidad. Hasta la locura de la autodestrucion en masa, dejando cenizas como mero testimonio, del precio que pagaron al seductor sistema que acabo por destruirles.


No comments: