Thursday, April 08, 2010

En el tejado, yacen dos gatos,
criaturas nocturnas que buscan refugio,
en el anonimato de la oscuridad,
en su ajado rostro,
se pueden leer las batallas,
el tiempo no suele ser demasiado indulgente,
con aquellos que osan,
no rendirse a sus encantos de fuego,
alzar la voz cubierta de hielo,
desgarradora y vibrante,
que estremce el tic tac,
de los ancestros,
los sabios,
hechos de madera milenaria,
que orgullosos
anclados en su pared,
lacayos sirvientes,
del insidioso TIEMPO.
Decidi aprender,
comprimir mi esencia en una mochila,
llegar a la estacion,
y poder decir:
-quiero el billete para el proximo tren que se aleje de aqui.
-algun destino en concreto, norte, playa...¿?
-acaso importya demasiado¿?.
Quiero recorrer los senderos mas ocultos de mi ser,
queiro perderme en todos los condicionales,
que resquebrajan los pilares de mi voluntad,
esa que te hace invulnerable,
quiero inundarme de todos los posibles,
todo aquello, que un dia te hizo volar,
los sueños y los recuerdos se dan la mano,
cuando se trata de soñar.
Dejemos que sea la mirada de un niño,
la que nos recuerde,
lo mas dulce y puro,
que anida en nuestro corazon.
A lo mejor asi,
recordamos como se ha de sonreir.

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