Las lagrimas, tras el silencio,
¡enloquecen!
¡otra vez ese sonido!
repica en las paredes su decrepito
pero eterno tintineo,
mientras el suelo cada vez esta mas lejos,
¡y te das cuenta!,
a penas si consigues mantenerte en pie,
una vez mas, ¡sigo despierto!
y esta amaneciendo.
El estridente grito de las cuerdas,
mientras la pua martiriza su alma
en cada nota,
tan solo levantas un poco la cabeza,
a penas si consigues 10 centimetros de ventana,
tu unica posibilidad de sentir el bullicio de la ciudad y sus gentes,
postrado en tu cama.
Empiezas a sentir el peso del tiempo en tus manos,
cada vez pesan mas y mas,
acorralado por un sueño incesante
un cansancio insaciable
dinamita dia a dia
los cimientos de voluntad y esperanza
que tan celosamente custodiabas.
Aun asi, sonries,
aun asi has de luchar,
como has hecho siempre,
hasta que te quedes sin aliento,
puede que asi a lo mejor consigas
un dia mas.
La voluntad de un hombre siempre sera su mayor fuerza
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